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Exposiciones
- Björn Dahlem
Nueva extrañeza
Bajo el título “Nueva extrañeza”, Björn Dahlem presenta su tercera exposición individual en la Galería Heinrich Ehrhardt.
Lejos de banalidades, la aproximación de Dahlem a lo científico y lo matemático es fiel, profunda e intensa. No se trata de un acercamiento puntual a la ciencia para que ésta sobrevuele de forma superficial sus proyectos artísticos sino más bien la estructuración de una posible traducción artística de las teorías, hipótesis e investigaciones científicas más enigmáticas y misteriosas. La Teoría M, las teorías de las supercuerdas, las investigaciones acerca de las partículas atómicas, de los quarks y del origen del universo han constituido una temática y un relato formal sobre el que el discurso de Björn Dahlem se ha desarrollado en una fórmula de investigación científica más.
En esta ocasión la extrañeza ha sido el tema escogido para diseñar su nuevo proyecto expositivo. En la física de partículas la extrañeza es la propiedad de las partículas expresada como un número cuántico para describir la descomposición de dichas partículas en reacciones fuertes y electromagnéticas que se suceden en un corto periodo de tiempo. La extrañeza de las partículas está definida como la fórmula de representación del número de antiquarks extraño y del número de quarks extraño.
Desde esta complejidad, la ironía y la simulación formal, constituyen las herramientas básicas de Dahlem para configurar una visión abstracta de las leyes del universo. En una búsqueda incesante de lo nuevo y en una incansable exploración hacia mundos desconocidos, precisamente aquellos que se desvelan gracias a la vanguardia matemática y científica, Dahlem abre interrogantes sobre la veracidad del progreso, la esencia del ser humano y su lugar en el mundo.
En una estructuración formal y estética muy singular e identificativa, se proyecta un mundo de formas químicas, universales y atómicas que en este caso se centran en dos esculturas de luz flotantes bajo cuya iluminación se ha diseñado una plataforma suspendida que alberga un conjunto de piezas extrañas, moleculares y nucleares cuya energía se expande y se concentra en una habitación que pretende incluir lo elemental de la ciencia: el misterio y el descubrimiento; el enigma y la sorpresa. Así, desde la representación de un espacio sobrecogedor e inquietante, el temor a lo desconocido se traduce en una síntesis de belleza y simbolismo, de revelación o rito donde los valores, actos y objetos definen y representan una extraordinaria naturaleza.
Este es el relato iniciado por Dahlem en su viaje interestelar, un éxodo inagotable lleno de fascinación, desconcierto, asombro y extrañeza.